Carencias alimentarias en la tercera edad
Si bien una dieta balanceada es necesaria y suficiente para brindar los nutrientes necesarios a una persona, pueden existir diversas condiciones y enfermedades que limiten una ingestión adecuada de los alimentos y por consecuencia, de los nutrientes.
En lo que respecta a la nutrición, el envejecimiento del aparato digestivo, sufre una serie de cambios (problemas motores, problemas secretores, problemas de absorción), cuyo resultado final es un menor aprovechamiento de los alimentos.
Si a esta situación se le añade que la alimentación no siempre es variada y equilibrada por problemas diversos (escasos recursos económicos, soledad, problemas de falta de autonomía para efectuar compras y elaborar comidas), junto con el consumo de medicamentos que interaccionan con algunos nutrientes y la existencia de enfermedades que puedan afectar al aparato digestivo, la situación resultante es idónea para que exista un cuadro de desnutrición, que es relativamente común en los ancianos.
La desnutrición es el déficit de diferentes nutrientes, entre los que se incluyen las vitaminas. En los ancianos se han detectado deficiencias de vitaminas A, D, E, K, B6, B9, B12 y C.