CÁNCER DE CUELLO UTERINO: ¡UNA ENFERMEDAD PREVENIBLE!

La causa necesaria para desarrollar cáncer de cuello uterino es la infección persistente por las cepas cancerígenas del Virus del Papiloma Humano. Esta es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente. Sin embargo, no todas las mujeres que han padecido de infección por el Virus del Papiloma desarrollan cáncer. El 50 % a 80 % de las mujeres sexualmente activas se infectan con el Virus del Papiloma Humano, al menos una vez en la vida y algunas personas pueden ser infectadas en múltiples ocasiones.

– Las relaciones sexuales (incluyendo el coito vaginal, anal y el sexo oral).
– Contacto de genital a genital sin penetración vaginal.
– Contacto de piel a piel con un área del cuerpo infectada por Virus del Papiloma Humano.
– De un área del cuerpo a otra (la infección puede iniciar en el cuello uterino y luego propagarse a la vagina y a la vulva).
– Contacto de genitales con objetos sexuales u otros contaminados con el virus.
– Durante el parto (por el paso del feto a través del canal del parto de una mujer con infección activa con Virus del Papiloma. Ejemplo: mujer con condilomatosis cervical o vaginal).

En el 90% de las pacientes, la infección cura de forma natural y espontánea y desaparece sin haber producido lesión alguna. Sin embargo, la infección por el Virus del Papiloma Humano de tipo cancerígeno persiste en 10 % de los casos y puede provocar lesiones precancerosas. Si estas infecciones no reciben tratamiento, pueden transformarse en cáncer de cuello uterino.

De manera normal las capas superficiales de la piel del cuello uterino mueren y se descaman y constantemente se forman nuevas células. Pero si la infección por el Virus del Papiloma de tipo cancerígeno persiste, se altera este proceso y las células empiezan a multiplicarse continuamente, transformándose primero en células anormales (llamadas lesiones precancerosas o displasia), luego en cáncer in situ (localizado en un solo lugar) y finalmente en cáncer invasor (se propaga a otras partes del cuerpo).

Es importante destacar que la progresión de estas lesiones es lenta (generalmente tarda décadas), lo que permite aplicar medidas adecuadas de prevención si esta infección por el Virus del Papiloma es detectada a tiempo. La mayoría de los cánceres del cuello uterino se comienzan a detectar a partir de los 45 años. Sin embargo, la infección por el virus del papiloma humano puede adquirirse desde la adolescencia.

-Tener múltiples parejas sexuales o tener una pareja promiscua
-No usar preservativo durante las relaciones sexuales
-Sexo anal
-Consumo de alcohol
-Inicio temprano de las relaciones sexuales
-Infección persistente por uno o más Virus del Papiloma Humano de tipo cancerígeno
-Inicio tardío de las pruebas de tamizaje de cáncer de cuello uterino
-Haber tenido multiples embarazos
-Tabaquismo
-Infección por Clamidia o Herpes Virus 2
-Inmunosupresión por coinfección por el VIH

Se puede detectar el virus mediante: PAP (Citología vaginal) y prueba de detección del Virus del Papiloma Humano (VPH)

Generalmente se recomienda que todas las mujeres con vida sexualmente activa deben realizarse la citología vaginal cada dos años a partir de los 20 años. Así mismo su médico le informara la disponibilidad de pruebas para detectar Virus del Papiloma Humano y cuales serian las indicaciones para realizársela.

Evite relaciones sexuales dos días antes de la toma de la citología.
Evite el uso de duchas o medicamentos vaginales dos días antes.
Evite el uso de espumas, cremas o gelatinas espermicidas dos días antes.
No debe estar menstruando.
La mujer puérpera, debe programar la toma de la citología a partir de las doce semanas posparto, si no tiene su citología vigente

El cáncer cérvico uterino en estadíos tempranos generalmente es asintomático. Las manifestaciones clínicas aparecen en los estadíos avanzados de la enfermedad y dependen del tipo de crecimiento y diseminación.

Síntomas iniciales:

– Flujo o secreción vaginal fétido.
– Hemorragia irregular en mujeres en edad reproductiva: menstruación más prolongada o profusa, sangrado intermenstrual.
– Sangrado después de la relación sexual en mujeres de cualquier edad.
– Sangrado después de la menopausia.

Síntomas tardíos:

– Necesidad frecuente de orinar.
– Dolor de espalda.
– Dolor en la parte inferior del abdomen.
– Dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales).

Síntomas muy tardíos:

– Dolor de espalda intenso.
– Pérdida de peso.
– Disminución del volumen del chorro de orina (por obstrucción de los uréteres o insuficiencia renal).
– Pérdidas de orina o heces por la vagina (debido a fístulas).
– Hinchazón de los miembros inferiores.
– Cansancio al respirar.

El cáncer de cuello uterino se puede tratar de varias formas. Dependiendo del tipo de cáncer de cuello uterino y de cuánto se haya extendido. Los tratamientos pueden consistir en cirugía, quimioterapia y radioterapia.

La mejor manera de reducir el riesgo de padecer cáncer de cuello uterino es la detección temprana mediante la realización de la Citología Vaginal y la prueba del Virus del Papiloma Humano de forma periódica