¿CÓMO MEJORAR TU SISTEMA INMUNOLÓGICO?

El sistema inmune es complejo y está influenciado por muchos factores. Las vacunas desarrollan inmunidad contra enfermedades específicas. Algunas formas adicionales en las que se puede fortalecer el sistema inmunológico son comer bien, estar físicamente activo, mantener un peso saludable, dormir lo suficiente, no fumar y evitar el consumo excesivo de alcohol.

El sueño es el momento en que el cuerpo se revitaliza. Es ideal dormir entre 6 y 8 horas. Al no dormir las horas suficientes, el cuerpo produce cortisol para mantenerse despierto y alerta. Esta hormona suprime la respuesta del sistema inmune. Tener un sueño reparador y dormir las horas suficientes reforzará de forma natura el sistema inmune.

Es fundamental mantener una dieta equilibrada y saludable, que sea rica en frutas, verduras, granos enteros, alimentos con grasas saludables como el pescado (rico en Omega-3), aceite de oliva, nueces y yogurt. Este tipo de alimentos tiene un alto contenido en nutrientes, como la vitamina C, zinc y otros antioxidantes, que ayudan a reducir la inflamación y a combatir las infecciones. Hay que evitar alimentos procesados y frituras, y consumir con mucha moderación las carnes rojas. Y no hay que olvidar el hidratarnos de manera suficiente.

Hacer 150 minutos de ejercicio a la semana (pueden ser divididos en 30 minutos 5 días a la semana) mejora la inmunidad y ayuda a manejar el estrés.

Si hay una dieta balanceada, seguramente estarás adquiriendo todos los nutrientes y vitaminas que necesitas, sin embargo, si no hay una buena dieta o hay restricciones por diferentes motivos, es importante evaluar los niveles de algunos minerales y vitaminas, como la D y B12, el zinc y el hierro, para saber si hay déficit, con el fin de suplementarlos de forma adecuada. El déficit de estos elementos afecta al sistema inmune con lo que se favorecen las infecciones.

Las actuales Pautas Dietéticas de EE. UU. recomiendan que, si se consume alcohol, se debe consumir con moderación, hasta una bebida por día para las mujeres y dos bebidas por día para los hombres. Y no beba justo antes de acostarse, ya que puede interrumpir el sueño.

El tabaquismo tiene impacto negativo sobre la inmunidad, y afecta tanto al tracto respiratorio como al tracto digestivo, lo que genera predisposición al desarrollo de algunas infecciones y agrava el curso clínico de otras.
Algunas sustancias del cigarrillo (incluyendo los cigarrillos electrónicos) alteran el sistema de eliminación de partículas y microorganismos dañinos del aparato respiratorio, aumentan la secreción de moco, dañan directamente las células de la mucosa respiratoria y disminuyen el reflejo de tos.
Fumar daña la mucosa oral, modifica la distribución normal de bacterias en las mucosas, y puede alterar la funcionalidad del esfínter esofágico, lo que predispone a que microorganismos dañinos llenen el tracto respiratorio y digestivo favoreciendo la infección.
Además, el tabaquismo disminuye la capacidad de fagocitosis y supervivencia de los macrófagos (células encargadas de eliminar microorganismos), frena la respuesta inmune y disminuye la capacidad de ataque de las células de defensa.

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