¿ES MALO TRONARSE LOS DEDOS?

Los nudillos son las articulaciones de los dedos de las manos y de los pies. Comprende la unión entre dos huesos, y en esa unión están cubiertos por un líquido llamado líquido sinovial, el cual lubrica a las articulaciones. Algunas veces, se desarrolla una burbuja de gas en el líquido sinovial a partir de ciertos gases que naturalmente tenemos en los tejidos del cuerpo como nitrógeno, oxígeno y dióxido de carbono, y cuando la articulación se manipula, la burbuja puede reventarse, generando un sonido o tronido audible.

El doctor Donald Unger pasó 60 años de su vida tronando los nudillos de su mano izquierda. Tras una rigurosa aplicación del método científico, comparó los niveles de artritis en ambas manos y observó que eran similares.
Fue así como Unger ganó el premio Nobel de la Medicina en el año 2009, por demostrar que tronar las articulaciones no produce artritis y esta investigación ha sido respaldada por estudios de la Universidad de Harvard.

Sin embargo, aunque tronarse los dedos no produce artritis reumatoide y ayuda a liberar la presión que sientes entre las articulaciones, el hacerlo de una manera muy frecuente podría hacer que eventualmente los tejidos de tu articulación puedan lesionarse, por lo que no deberías de tronarte los dedos de una manera muy recurrente y agresiva.

Un estudio, publicado en el artículo de noviembre de 1990 en Annals of Rheumatic Disease, observó a un grupo de 300 personas que habitualmente tronaba sus nudillos. Los investigadores encontraron que los participantes que se tronaban los nudillos regularmente no eran más propensos a tener artritis que los que no lo hacían. Sin embargo, las personas que se tronaban los nudillos eran más propensas a tener inflamación de las manos y fuerza de agarre reducida. Por lo que se vuelve a la premisa “todos los extremos son malos”.